Tanto Miley y Oliver no saben cómo darle la noticia a Lilly pero, sorprendentemente, cuando le dicen, ella asimila la noticia bastante bien, hasta que sin querer explorar las posibilidades de lo que podría suceder con todas ellos al estar lejos. Miley se siente fatal por dejar Malibu y a Lilly y cuando cuando se lo cuenta a Robby Ray, este reconoce haberlo sabido desde el principio y presenta la nueva casa-rancho grande que compró en Malibú, en la que todos ellos podrán vivir allí.
Mientras tanto, el apartamento de Jackson (Jason Earles) es un completo basurero y trata de afinar su camino de regreso a la casa nueva sin admitir que estaba equivocado acerca de vivir solo.
Acá les paso algunas fotos del episodio:
Creditos: revista bomba
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